Después
de 4 horas de espera en Barcelona debido a – y cito literalmente – “una avería
en el motor del avión a causa de un impacto de pájaro”, 10 horas en la parte trasera del avión, 2 películas,
3 bolsas de cacahuetes, 2 de mini-pretzels, 2 coca colas, un par de comidas-meriendas-cenas-desayunos
y 10 sudokus nivel maestro, llegamos por fin a… ATLANTA.
Y es
que después de esas 4 horas de espera, perdimos nuestra conexión a Managua. Una
vez llegadas a Atlanta y pasada la aduana para entrar en USA, de la cual Inés
os podría contar las múltiples trabas que tuvo que superar, Delta puso a
nuestra disposición un hotel para que pudiéramos pasar la noche (#ttpg) y cogiéramos
el vuelo al día siguiente temprano por la mañana. Y aquí estamos, esperando
para embarcar y con muchísimas ganas e ilusión por llegar a nuestro destino
final donde ya nos esperan nuestros compañeros, MANAGUA.
Nos
hubiera encantado poder escribir nuestra primera entrada sobre nuestra
increíble y tan esperada llegada a Managua, no obstante, hemos creído bastante
oportuno retratar como desde el minuto 1 estamos viviendo esta aventura.
Sin
más dilaciones y con ganas de explicaros nuestras próximas aventuras nos
despedimos desde la puerta de embarque.
#Soncosaschiquitas, las que marcan la diferencia. (cual pajarito)
Con cariño,
María.